miércoles, 17 de diciembre de 2008

Nuevo Sony Reader


La aparición en España la próxima primavera del lector de libros digitales Sony Reader ha puesto en guardia al sector editorial español, que ha de adaptar su sistema de negocio si no quiere quedarse por el camino. Lo saben los editores valencianos, que ayer celebraron la segunda y última sesión del Foro del Libro Digital Valenciano en la sede de la Biblioteca Valenciana.
El reto de la era digital abre un sinfín de nuevas posibilidades de mercado, pero también entraña riesgos. La inteligencia estratégica de los grandes canales de distribución de contenidos digitales amenazan con arrebatar buena parte del negocio a los editores tradicionales.
Los profesionales del sector no temen la desaparición del libro de papel -se prevé, por ejemplo, que los lectores ocasionales, que son la mayoría, no verán amortizada su inversión en un lector digital y se aferrarán al papel-, pero conocen las estadísticas. En Japón, tres de los diez libros más vendidos este año son novelas que salieron al mercado como producto para móviles. En Italia, se calcula que en 2020 el 20% del negocio del sector procederá de los productos digitales.
Ayudas del Ministerio
En este contexto, las editoriales valencianas no están peor posicionadas que las madrileñas o las catalanas, según considera Manel Romero, secretario de la Asociación de Editores del País Valenciano. El coste de la adaptación de un modelo a otro -por conceptos como la transformación de los textos a archivos reconocibles por todo tipo de lectores, o por los contenidos interactivos que llevarán incorporados los nuevos libros- será en parte sufragada a través del Plan Avanza del Ministerio de Industria, para el que se han presupuestado 2,5 millones. El traspaso de un soporte de lectura a otro supone una revolución absoluta de este sector, que verá disminuidos los costes de producción por la eliminación del papel, así como los costes de almacenamiento y transporte de libros. Esto tendrá como consecuencia la disminución del precio de venta y la recuperación de fondos descatalogados de las editoriales.
Sin embargo, la laguna legal y la falta de experiencia que rodea a este proceso está siendo aprovechada por firmas como Amazon o Google, que se han adelantado a comercializar las digitalizaciones de «libros huérfanos» (descatalogados) y a imponer precios al margen de los editores. Con el fin de defender su terreno natural y salir beneficiada, la AEPV ha puesto en marcha un taller para hacer frente de forma cooperativa a los retos del nuevo contexto tecnológico.

Fuente:http://www.abc.es
Fecha:18/12/2008

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